Con el paso de los años, la elección del proceso de incineración en España ha ganado popularidad entre la población, llegando incluso a superar al entierro tradicional en algunas capitales de provincia como Murcia, dónde se espera que en los próximos años alcance hasta el 70% del destino final del total de fallecidos.
¿Qué es la incineración de un cadáver?
La incineración es un proceso que utiliza un calor muy intenso para convertir en cenizas los restos de una persona que ha fallecido.
El proceso de incineración se lleva a cabo en una cámara u horno de cremación especialmente diseñado para ello, en el que se introduce al fallecido y es expuesto a temperaturas de entre 700 y 900 grados durante un periodo que suele ser de entre dos y tres horas.
¿Cuánto cuesta una incineración?
Pese a que muchas personas se preguntan si la incineración es más barata que el entierro tradicional, la respuesta en realidad depende de muchos factores, como puede ser el tipo de urna escogida o el lugar en el que se produzca la cremación, entre otros.
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¿Cómo es el proceso de incineración?
Identificación del difunto
El primer paso que se debe de seguir antes de la incineración de un cadáver es el de la identificación del cadáver que se va a incinerar, algo clave en este proceso.
Para ello, en el caso de Funeraria de Jesús, contamos con un formulario dónde se recogen datos del fallecido, declarante, modelo de féretro…
Acondicionamiento y Velatorio
En el momento que la familia ya ha realizado la contratación del servicio fúnebre, en el que en este caso habrá escogido la incineración del cadáver, para lo que se habrá elegido un ataúd especial para ello y una urna en la que se entregarán las cenizas del difunto.
En esos instantes el fallecido ya debe haber sido acondicionado para la despedida en la sala de velatorio, o en caso de haber elegido un entierro sin velatorio, se quedará en la cámara frigorífica, dónde en la puerta de la cámara en la que esté figurará su nombre, además de una chapa identificativa en el cuerpo, cumpliendo así con todos los requisitos identificativos.
Preparación del cuerpo para la incineración
El proceso de incineración requiere algunas preparaciones previas como puede ser la retirada de dispositivos médicos como marcapasos o prótesis que funcionen de forma mecánica o con baterías para evitar problemas a la hora de la cremación.
Incineración del cadáver
Una vez que llega la hora de comenzar la incineración propiamente dicha, el féretro pasa a la sala dónde se encuentre el horno crematorio.
Posteriormente, el ataúd se coloca en una máquina llamada introductor, que es la encargada de introducirlo en el horno, retirando la camilla y cerrando la puerta.
En ese momento, arranca el horno crematorio, que alcanza una temperatura de entre 700 y 900 grados centígrados, que es mantenida durante las aproximadamente tres horas que dura el proceso.
Una vez terminada la cremación propiamente dicha, se produce un enfriamiento de las cenizas en un cazo industrial durante un tiempo de media hora.
Después de haber enfriado las cenizas, estas pasan a otro recipiente dónde se realiza el llamado proceso de cremulación, dónde se machacan todos los restos con unas bolas de acero durante aproximadamente diez minutos para que quede todo homogéneo.
Entrega de la urna
Cuando ya ha terminado todo el proceso de incineración del cadáver, se procede a la entrega de las cenizas del fallecido a la familia dentro de la urna escogida por ellos.
En el mismo momento que la urna, se entregará también un certificado de cremación, que sirve como identificación de las cenizas y que se recomienda guardar en caso de que los seres queridos del fallecido decidan conservar la urna.
¿Es lo mismo incineración que cremación?
Según la Real Academia de la Lengua Española, el significado de incineración y cremación es el mismo: “Acción y efecto de incinerar”, por lo que podemos concluir que sí es lo mismo.
La única diferencia entre ambos términos es, que en España es más utilizado el verbo incinerar, mientras que en países latinoamericanos la expresión más utilizada es la de cremar.